sábado, 16 de abril de 2011

XENOFOBIA




Fotografía de Víctor Camacho

             Fátima se sentó en el rincón más apartado del patio a observar cómo se divertían sus compañeros de clase. Echaba de menos jugar con otros niños. Sus padres le habían prometido un mundo mejor en el que crecer, muy lejos de la guerra y la miseria que amenazaba la supervivencia de los de su raza. Pero aquél no era un lugar mejor. Se sentía sola e indefensa, expuesta constantemente a las miradas de desprecio y los insultos. Ella no tenía la culpa de ser extranjera, de tener diferente color de piel, de hablar en otro idioma. Ella jamás quiso abandonar el planeta Tierra.
 
 

11 comentarios:

  1. Tolerancia, esta es la primera palabra que me ha surgido al terminar el micro. Es necesario y fundamental el reconocimiento de los derechos y la identidad de las demás personas, para vivir con diferencias y semejanzas y enriquecernos en el intercambio con el otro.
    Perfecto movimiento por las polaridades, he viajado de verle a Fátima “diferente” a sentirme junto a ella “diferente”.
    Felicidades, creo que acabas de crear lo que en términos gestálticos le podíamos llamar “la microsilla vacía”…, (no lo digo en broma ¿eh?).
    Con este micro me he quedado silenciosa, meditativa respecto a La Madre Tierra, de cómo y qué me toca hacer para que, habitemos o no algún día otros planetas, no sea porque la Tierra se haya convertido en un lugar de guerra y miseria que amenace la supervivencia. ¡glubb!, mientras escribo me doy cuenta que no es una descripción muy lejana de la actualidad, vamos que no hay tiempo que perder.
    Un abrazo

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  2. La fotografía es preciosa y el texto está a la altura. Me quedo con esa promesa de sus padres.
    Saludillos

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  3. Muy bueno Pedro. La xenofobia es un invento de unos pocos pàra mantenernos separados y enfrentados. Continuamos en un estado de somnolencia y estupidez permanente. ZOMBIS.

    Yolanda

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  4. Que familiar me resulta esto, desgraciadamente.

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  5. Creo que cuando dejamos lo nuestro, estamos siempre abandonando, aunque sea de un modo forzoso, nuestro planeta. Esto ha de tener un costo altísimo, lamentablemente...

    Gran micro!

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  6. Esther Santamaría17 de abril de 2011, 22:33

    Del miedo a lo extranjero, por desconocido, somos capaces de rechazar, despreciar, amenazar y agredir hasta matar humillando, vejando, violando.
    La xenofobia atenta a la igualdad, por el propio miedo a la libertad. El afán de control, junto a una gran pobreza de espíritu, lleva a grabar la historia con sangre, donde el genocidio alemán fue ejemplo, brutal, pero lamentablemente sólo uno más.

    Me encanta la foto, no veo miedo en los ojos de la niña. Está escondida, y su curiosidad la lleva a mirar con ojos muy abiertos queriendo ver para comprender.
    Si yo fuera esa niña, ahora sé que querría salvaguardar mi propio valor, el que tengo por ser, ni mayor ni inferior a otro.

    Una vez más, gracias Pedro, por ponerme frente a mí.
    Un fuerte abrazo

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  7. Repito el comentario, que el anterior me quedó hecho un lío.

    Pedro, no sé cómo será en ese otro planeta, pero aquí creo que los niños son menos permeables a las diferencias de lo que lo somos nosotros. Los críos no se fijan demasiado en ese tipo de diferencias, supongo que porque están más que acostumbrados ya. Ayer, sin ir más lejos, mi sobri presumía de conocer palabras chilenas, colombianas, venezolanas, peruanas, coreanas... y es porque de allá son su primer mejor amigo, su segundo mejor amigo, su tercer mejor amigo y tercer mejor amigo ex aequo, su cuarto mejor amigo... que por cierto, los tiene muy ordenados.
    Creo que después, según van creciendo, los vamos llenando la cabeza de mierda.
    Buen texto y final muy sorprendente, que quizá consiga que alguno se de cuenta que cualquier día puede haberse convertido en el extraño.
    Saludos.

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  8. En la última frase me has arrastrado de ser el observador no-sentimental que somos viendo las noticias y me has metido de lleno en la foto, he sido y he sentido ser esa niña de la foto.
    ¿Queremos ser esa niña?, ¿Podemos permitir que eso ocurra, incluso aquí en la tierra?
    Ahora sé que tales soluciones no existen como algo exterior a nosotros, no dependen de gobiernos, instituciones etc...
    Y justamente en el hecho de no ser una solución que debamos buscar en el exterior de nosotros, radica su simplicidad de ejecución y su resultado seguro.
    Todos y cada uno de nosotros podemos hacer que eso así sea.
    Ahora sabemos qué mundo nos esperará según la opción que cada uno elija y esto me hace sonreír mientras pienso:
    Lo tenemos chupado!!
    pd: magnífica micro y preciosa foto
    Un abrazo hobbit

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  9. Me gusta este micro, Pedro, porque sí y porque hay una dislocación final que permite dos relecturas distintas: una en clave íntima y otra como un texto de ciencia ficción. En el primer caso, la niña cree haber sido trasplantada de planeta. En el segundo lo ha sido realmente. Eso me gustó mucho.
    Abrazos,
    PABLO GONZ

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  10. Cristina: Ese movimiento de estar fuera a estar dentro de la diferencia, junto a Fátima, es el que trataba de lograr. La profundidad de tus comentarios le dan un brillo especial a mis textos. Gracias y un beso.

    Puck: Seguro que lo hicieron con la mejor intención. quizás el futuro les de la razón. Besos.

    Yolanda: La xenofobia es un síntoma inequívoco de la ignorancia. Gracias por tu aporte, podría ser la banda sonora de este micro. Un beso.

    MA: Lo siento. Nadie debería de sentirse nunca diferente siendo como somos, miembros de la misma raza, la raza humana. Un abrazo.

    Patricia: Cierto, no es necesario abandonar la Tierra para vivir circunstancias que nos hagan sentir en otro planeta. Besos.

    Esther: Ese valor del que hablas no lo muestra el color de la piel, sino el corazón. Todos compartimos el color rojo de nuestra sangre, incluso los príncipes azules. Un beso.

    Hugo: Me encanta tu aporte con la versión infantil de tu sobri. Creo que tienes razón, los niños se adaptan mejor a todo tipo de cambios y somos los adultos los que les inoculamos nuestra desconfianza y nuestros miedos. Todos somos iguales y al mismo tiempo diferentes, quien tenga un problema con esto tiene un problema consigo mismo. Un abrazo.

    Bobby: Tu comentario me transmite mucho positivismo. Me encanta. El cambio esta al alcance de nuestras manos, al alcance de nuestros sueños... "lo tenemos chupado", je, je ,je. Un abrazo inmenso.

    Pablo: Tan perspicaz como siempre. Ese es el juego que planteo y al que también apuntaba Patricia. Cada uno escoge el final que mejor le cuadre. Un abrazo.

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  11. La xenofobia es un síntoma inequívoco de la ignorancia. Gracias por sus aportes, podría ser la banda sonora de este micro. Un beso.

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