Imagen obtenida del diario digital Laprensa.hn
Hoy me he descubierto,
en varias ocasiones, echando de menos a mi vecino y su irritante taladro
percutor. Aproximadamente cada media hora, cuando el tren estremece todo el
puente sobre mi cabeza.
Este microcuento forma parte del libro "Deshauciados. Cronicas de la crisis"
Crudeza, tocayo, un micro en el que hace daño su fondo crudo, descarnado, aspero.
ResponderEliminarBrillante en cuanto a la economía de lenguaje -y por ello al uso de la elisión bien medida- y a la elección del tono.
Un abrazo,
Un buen relato en mi opinión, según los cánones. Potencia, giro final, una historia completa, economía de lenguaje...
ResponderEliminar¡Buen hiper-breve o micro-breve o microrrelato!. Nada de ficción : realidad a la carta al son del taladro percutor que debiera hacer ruido en muchísimas conciencias.
ResponderEliminarUn abrazo Pedro.
Dura realidad. Muy buen texto.
ResponderEliminar¡Saludos!
Atronador relato con las palabras justas y la indignación diaria...
ResponderEliminarBesicos