Por favor, hija, no llores. Plantaremos otro
árbol. El que tú quieras. Compostaremos nuestros residuos para nutrir la tierra.
La humedad de la nieve y la escasa luz que se filtra a través de las nubes, hará
el resto. Cuando dé frutos, recolectaremos sus semillas y repoblaremos, con
paciencia y trabajo, éste gélido e inhóspito desierto. Volverá a ser nuestro paraíso.
Ya sé que, muy probablemente, éste sea el último. Pero cariño, entiéndelo, si no lo talamos, moriremos de frío.
Devastador relato que unido a la fotografía que le precede,me ha dejado fría, intranquila.
ResponderEliminar¿Seremos capaces algún día de respetar y cuidar la Tierra como se merece?.
Tambien me conecta con la tríada:
Amor - Vida - Muerte
Gracias Pedro
Deberíamos haber aceptado ya que la vida en este planeta es una red interconexionada. Todo afecta a todo. En nuestra mano está el proteger el delicado equilibrio de la vida.
ResponderEliminarPreguntas, Cristina, si seremos capaces. A juzgar por el curso de los acontecimientos me temo que estemos en un punto de no retorno.
...Y si no, pregúntaselo a las abejas.
http://www.cite-sciences.fr/francais/ala_cite/science_actualites/sitesactu/question_actu.php?langue=es&id_article=2783&id_mag=0
Un abrazo.
Una vez mas en la vida, la muerte es quien lleva las riendas, asi que si las persona mueren, ¿quien repoblara los arboles? si cuidamos unos de otros sin avaricia seguro que esto no ocurriria, cuida la tierra y ella cuidara de ti.
ResponderEliminaroscar
un placer
Yo aún diría más, Oscar, si cuidamos de la tierra estaremos cuidando de nosotros mismos.
ResponderEliminarEste planeta no nos necesita, somos nosotros los que necesitamos del planeta. Tanto es así que si el hombre se extinguiera, la vida continuaría su curso evolutivo. En cambio, decía Einstein que "si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida”.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/29/videos/1264781182.html
Plantar otro árbol, ¡vaya consuelo!. Morirán antes. ¿De verdad algún día fue un paraíso?. Mentiras piadosas. Drama.
ResponderEliminarNo es mal lugar el de la foto para dejarse morir.
La brevedad del texto lo acerca a la poesía pero no lo es.
Me ha generado suspense, ¿por qué llora la niña?.
"Mentiras piadosas" es uno de los títulos que estuve barajando para esta historia. De eso se trata, de que van a morir de todas formas. La niña lo intuye y llora porque prefiere dar una oportunidad a la vida en el planeta representada por el que, muy probablemente, sea el último árbol. A su padre en cambio, le puede el instinto de supervivencia.
ResponderEliminarClaro que, ésta, es una de las múltiples explicaciones de la historia. Un microrrelato tiene la ventaja de que con unas cuantas pinceladas presenta a unos personajes en una situación determinada en la que ocurre algo significativo. Es el lector el que, con su imaginación, pinta el resto del cuadro.
¿De verdad te cuesta imaginar un paraiso en lo que ahora es un desierto? Entonces puede que nunca fuera un paraiso y sea otra de las mentiras piadosas del padre. O puede que en comparación con el desolado paisaje actual, cualquier recuerdo de vegetación y vida animal sea considerado un vergel. Todo es posible ¿o no?
¡Qué crueles son las mentiras piadosas!.
ResponderEliminarDigo que el texto genera suspense porque no es hasta el final cuando se sabe por qué llora la niña.
Digo que, felicidades por tu blog. La palabra justa en el momento adecuado. Un arte difícil. Quiero ser testigo de cómo te transformas de aprendiz en maestro.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, Anahí.
ResponderEliminarYo creo que como bien dices tú estamos en un punto sin retorno,y si no paramos esto acabara como la foto todo convertido en un desierto.
ResponderEliminarPienso que esta muy bien reciclar pero es mejor reutilizar todo aquello que compramos,si a un bote,o a las bandejas que compramos con los filetes,o a una botella..... le damos un uso probechoso no necesitamos reciclar y ademas nos ahorramos dinero.
En un pueblo se agudiza más el ingenio que en la ciudad y aqui todo se reutiliza o casi todo jajaja.
un saludo y gracias por hacernos reflexionar con tus micro cuentos.
Un beso Lauri.
Tú sí que sabes, hermana.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Pedro.
ResponderEliminarMe gustó este micro.
Iré viniendo por aquí.
Un saludo.
Desolación y humanidad. Van juntas, y el amor es insignificante entre tanta codicia.
ResponderEliminarQuiero confiar en la responsabilidad, si no la madre naturaleza nos dará lo que pedimos a gritos.
El relato me ha impactado, Pedro, he conectado con la ternura llevando el manto de la muerte.
Un beso,
Me alegro de que te gustase, Torcuato. Siempre serás bienvenido.
ResponderEliminarEsther: Inquietante imagen, "la ternura llevando el manto de la muerte". Me gusta, y tenerte entre mis lectoras habituales, aun más. Un beso.