El aforismo ecologista “pensar
en global, actuar en local” me parece más acertado cuanto más amplio sea el
rango de elementos que incluyamos en el concepto “global” y más concreto el que
definamos como “local”. Gandhi lo expresó de forma magistral invitándonos a ser
nosotros mismos el cambio que
queremos ver en el mundo,
estableciendo una relación directa entre lo que nosotros somos y lo que el
mundo nos devuelve.
Desde una perspectiva mecanicista, la repercusión de
nuestros actos es muy limitada, por lo que muchos se dejan abatir por la impotencia
de creer que no está en nuestras manos cambiar las cosas. Curiosamente desde
este mismo prisma, que percibe el mundo como
un mecanismo, existen algunas piezas clave que sí tienen la capacidad de
cambiar el funcionamiento de todo. Se llaman políticos, jueces, financieros, líderes
religiosos… Al otorgarles consciente o inconscientemente nuestro poder, nos
desprendemos también de nuestra responsabilidad, situándonos de este modo en
una posición de víctimas inocentes del sistema.
Desde una perspectiva holística del mundo, a la que
apuntaba Gandhi, el todo es más que la suma de sus partes, por lo que cada
creencia, cada sentimiento y cada uno de nuestros actos tiene mucha más
influencia de la que somos capaces de imaginar. No vivimos en una máquina de
dimensiones planetarias, sino en un organismo vivo del que todos formamos parte
y con el que interactuamos para co-crear lo que denominamos realidad.
Luchar contra el sistema es perder nuestra fuerza enfrentándonos
los unos contra los otros. Para que algo no prospere, basta con no otorgarle
nuestro apoyo. La alternativa para una transformación profunda y duradera es tomar
conciencia del poder que tenemos como individuos y convertirnos en agentes del
cambio, contribuyendo a crear un mundo nuevo en el que nuestra relación con los
demás y con la naturaleza sea el reflejo de una relación sana con nosotros
mismos.
Hoy os presento un video de Annie Leonard, titulado “La historia de las cosas”. Seguramente muchos de vosotros ya lo conoce, aun así os
animo a visionarlo de nuevo. Alejarnos un poco de nuestra pequeña porción de la
realidad para tomar perspectiva, puede ayudarnos a reflexionar mejor acerca del
papel fundamental que desempeñamos como individuos en cada una de las fases de
eso que Annie denomina economía de
materiales. De nada nos servirá mirar para otro lado buscando culpables
para convertirlos en objeto de nuestras quejas mientras sigamos contribuyendo
fielmente con el sistema a través de nuestros actos cotidianos.
Feliz fin de semana.
No he podido ver el video, dice no estar disponible.
ResponderEliminarSi nosotros mismos somos capaces de cambiar algunos hábitos de conducta que son nocivos, todos juntos...Qué no podremos hacer?
Brsos desde el aire
Vídeo muy gráfico con el que estoy totalmente de acuerdo. Apuesto por otra manera de utilizar aquello que necesito para vivir.
ResponderEliminarBesos.
Rosa: He solucionado el problema con el vídeo para que puedas disfrutar de él. No hay nada que no podamos hacer, individual o colectivamente, si nos lo proponemos. Besos postvacacionales.
ResponderEliminarEsther: Esa "otra manera" de manejarnos con lo cotidiano es una de las semillas del cambio que tantos anhelamos. Besos agradecidos.
Muy interesante. Si todo lo contaran así nos iría de otra manera.
ResponderEliminarGracias, Pedro, por recordar este documento. Lo vi hace tiempo, y lo colgué en blog que tenía antes. Es buenísimo, da una clara explicación de parte del problema.
ResponderEliminarHolístico. Es una palabra que todo el mundo debería considerar.
Un abrazo.