martes, 20 de marzo de 2012

EL UMBRAL


    
         

            Ninguno de ellos recordaba cómo había llegado hasta aquella sala, ni cuánto tiempo llevaba allí enclaustrado. Tampoco parecía importarles, obnubilados como estaban con uno de los dos cuadros que, en paredes opuestas, componían la única decoración de la estancia. La atracción hipnótica que ese objeto ejercía sobre ellos no era provocada por su lienzo, una insignificante pintura a base de pinceladas grises, lo que les mantenía verdaderamente deslumbrados era el desproporcionado y lujoso marco que rodeaba a tan vulgar obra. Diamantes y zafiros, engastados en delicadas figuras de nácar, parecían disputarse el espacio con caprichosas volutas de oro a las que se engarzaban rubíes y esmeraldas, formando un abigarrado espectáculo de destellos multicolor. A sus espaldas, enmarcada por una liviana y sencilla moldura de madera, una hiperrealista imagen del paraíso les pasaba desapercibida.

            Ninguno se percataba de ello pero, de vez en cuando, un nuevo visitante se incorporaba tras el grupo que se agolpaba en aquella sala sin puertas. 


15 comentarios:

  1. Viene la primavera con aires nuevos. Me gusta mucho, me inquieta, me remueve.
    Felicidades y feliz primavera
    Abrazos

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  2. Qué alegría reencontrarte, Pedro.
    ...Y con tan inquietante micro, un placer volver a leerte.

    Abrazos

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  3. Como siempre, ¡¡¡ Gracias !!!
    Como siempre, ¡¡¡ Ánimo !!!

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  4. El paraíso a sus espaldas y nadie se da cuenta de que está ahí, atraídos por los brillos de las piedras preciosas... Relato intrigante, Pedro, ¿de donde vienen y adónde van?

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  5. La última prueba antes del paraíso... y ya va quedando chica la sala. ¡Excelente!
    Saludos!

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  6. Qué gusto leerte de nuevo Pedro. Una inquietante historia...
    Besos desde el aire

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  7. Increíble... me encantó. Cuantas veces nos distraemos con ls marcos y nos olvidamos de lo verdaderamente importante...

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  8. Demoledor final, ese "sin puertas" crea la inquietud de por dónde entran, pero te deja con una sensación aún peor, la angustia de por dónde saldrán.
    Muy bueno

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  9. Veo una metáfora precisa de lo que es nuestra llegada y estancia en la Tierra. Eso, hasta que uno mira hacía lo sencillo y despierta del sueño de lo aparente.

    Realmente genial, Pedro,tanto como tu regreso.

    Un abrazo, desde el corazón.

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  10. Una alegría leerte de nuevo y además con este texto tan inquietante y que me deja llena de preguntas...

    Besitos

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  11. A veces y durante un tiempo, nos atrae lo brillante, el juego multicolor de lo aparente y ahí permanecemos hipnotizad@s por ello...hasta que, cansad@s de tan desgastadora luz buscamos una salida que nos aporte la claridad que cada un@ necesita.
    Un gusto volver a tener la oportunidad de leer tus creaciones Pedro.
    Abrazos

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  12. No sé cómo he llegado hasta aquí, coloridas imágenes sobre fondo negro llaman mi atención. Palabras exquisitamente hiladas descubren mi curiosidad sobre seres que alucinan con grandes tesoros ignorando los auténticos y verdaderos. Me cercioro de aprender el camino hacia este lugar sin puertas.

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  13. Hace unos días que soñé contigo. traaánqui no era erótico.
    Pero en el sueño celebrábamos algo con champaña de marcas de lujo. Ahora, al leer este micro-gygacuento me pregunto si lo que celebrábamos no era infinitamente más importante que la naturaleza de con lo que brindábamos.
    Como un antigüo maestro chan dijo cuando le hicieron una pregunta en los últimos instantes de vida: Y budeidad sol y budeidad luna. Con lo cual "parece" que quería dar a entender que una vez alcanzado su obejetivo no tenia gran importancia si su vida era larga o corta. y yo añado lujosa o espartana.
    Aunque vaya usté a sabé que quería dar a entender el dichoso maestro.(igual se le había ido la pinza).

    Por favor, dime que las personas que entraban en el cuarto sin puertas no lo hacían desde el cuadro hiperrealista...

    Gracias por todo. El repartidor de champan, que no te olvida.

    Santi.

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    Respuestas
    1. ¡Santi! Me alegra volver a saber de ti. Y me alegra que hayas dado con la clave de este micro. Muchos se han acercado, pero tú has descubierto que "el umbral" es una ventana. Una imagen tan hiperrealista como la propia realidad puede serlo. Vivimos apegados a la apariencia de los marcos con los que acotamos la vida, otorgando valor a lo que no lo tiene, mientras damos la espalda a la realidad, que pasa desapercibida por la sencillez con la que se muestra a la vista de todo el que la quiera ver.

      Un abrazo y muchas gracias, amigo.

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  14. Pedro, lo has bordado con la ausencia de puertas. Admiraban el marco, lo que quiere decir que se dejaban guiar sólo por lo accesorio. El paraíso de su espalda era algo que no miraban porque estaban absorbidos por la mediocridad de lo refulgerante y por lo que brilla. Me has dejado pensando ...¿crees que seguirán ahí dentro de una semana? ¿tiene segunda parte este microrrelato? ....

    Muy bueno.
    Un besote.

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