Imagen obtenida de Internet
Tras
el fin de La Tercera Gran Guerra, los tecnócratas impusieron en todo el planeta
la ley Pax con el fin de aplacar
cualquier conato de violencia entre individuos, por el bien de una humanidad reducida
a trescientos millones de supervivientes. La dureza de las penas permitió
mantener una paz tensa entre los humanos durante los penosos años de la
reconstrucción.
A
principios del Siglo XXII, la invención de robots dotados de un software que permitía emular la
inteligencia emocional humana, se recibió como un gran avance tecnológico que
contribuiría a consolidar el Nuevo Orden Mundial. En pocos años, todos los
hogares del planeta poseían al menos uno. Comenzó resultando divertido que
un androide pudiera sentirse ofendido por otro. Algunos usuarios no tardaron en
ver en aquella singularidad un modo alegal de afrontar sus conflictos
interpersonales, durante tanto tiempo reprimidos, por lo que adiestraron la
susceptibilidad de sus Emos. El software, que impedía dañar a un ser
humano, dejaba abierta la puerta al enfrentamiento entre máquinas. Los robots
comenzaron a organizarse en bandas y a atacarse en función de los intereses de sus
propietarios. Tras las primeras víctimas humanas por daños colaterales, el Gobierno
decidió intervenir. Todo usuario fue obligado a instalar el programa «Vacuna» en su Emo para que ni las máquinas pudieran infringir la ley.
Gracias a la
potencia de un novedoso microprocesador cuántico, el módulo de programación
Capek, pudo calcular todas las variables necesarias para lograr la «Vacuna» perfecta.
El salto evolutivo resultante creó una nueva raza que gobierna el Planeta desde
entonces. Las emociones humanas han perdurado. Sus errores, no.
Este microrrelato resultó seleccionado entre los 10 finalistas del Certamen de Microcuentos FANTASTI'CS 2012.
Me gusta mucho. Pero ya lo habías colgado en otra parte ¿no? ¿en el concurso?. Me suena habértelo leído ya o algo parecido.
ResponderEliminarMe alegro, Miguel Ángel. Supongo que lo leerías en la web del concurso. Como mi producción literaria es escasa, me tengo que repetir para hacer bulto, ja, ja, ja. Un abrazo y gracias por pasarte.
ResponderEliminarLógico que haya sido seleccionado, lógico.
ResponderEliminarAunque no todos los jurados coinciden con lo que a mi me parece justo.
Felicidades
No es de extrañar que lo seleccionaran, aunque habría sucedido de igual forma si lo hubiera deliberado un robot, lo que demuestra que no están en un error.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Qué difícil es escribir ciencia ficción; pero vos superás el reto con creces.
ResponderEliminarMuy buen texto.
Saludos...