Fotografía de Esteban Solleiro
De niño,
alguien le dijo que lo que uno cree se convierte automáticamente en su
realidad. Se pasó meses enteros tratando de materializar todo tipo de fenómenos
asombrosos. Pero claro, tan asombrosos le parecían que le costaba creer en
ellos y, en consecuencia, nunca se manifestaban. Ahora es un adulto de
arraigadas creencias. Cada vez que un elefante rosa cruza por encima de su
cabeza en vuelo rasante, recuerda con nostalgia aquellos años en los que
trataba de materializar —qué ingenuo—, golondrinas surcando el cielo.
Imaginar golondrinas en un mundo de elefantes rosas surcadores de cielos. Un realista en un mundo de cuento, que tragedia!!!
ResponderEliminarAunque en ese mundo el realista sería un soñador.
¿O no?... Cuantas preguntas, tendré que meditarlo más.
Gracias Pedro por dibujar sonrisas.
Saludos desde el aire.
¿A veces hacemos difícil lo más fácil? ¿Va por ahí?
ResponderEliminarCuídate de tus deseos que podrían hacerse realidad, según el dicho.
ResponderEliminarPara volar, mejor las golondrinas verdad?
Imaginando un mundo hermanado, te envío mis mejores deseos para esta semana que comienza.
Abrazos
Buena vuelta, el mundo del revés, nunca se sabe qué es lo que es realmente "normal" No nos damos cuenta de que nosotros tenemos ese poder. Un abrazo
ResponderEliminarRosa: Has entendido perfectamente el doble juego de esa realidad en la que todos, incluído el protagonista, creen. ¿La realidad nos parece normal porque creemos en ella? ¿O al creer en lo que consideramos normal, creamos nuestra realidad? Esa es la cuestión. Gracias a ti por tus palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarMontse: A veces no creemos en lo que deseamos y eso lo hace dificil de alcanzar para nosotros. Vivimos en la realidad en la que creemos. Por ahí va. Un abrazo.
Patricia: Un dicho muy sabio. No sólo basta con desear, se necesita creer que es posible conseguir aquello que se desea. A mi me parece más fácil creer en el vuelo de las golondrinas pero no descarto que los elefantes rosas puedan también volar. Todavía no he visto ninguno. Otro abrazo, lleno de afecto, para tí.
Maite: Nosotros decicimos, conscientemente o no, lo que es normal, y por lo tanto real, para nosotros. Ese poder creador está funcionando en automático veinticuatro horas al día. Pero también podemos coger los mandos y empezar a jugar a crear lo imposible. ¿Te animás? Un abrazo.
Soñamos lo que no tenemos, lo que no existe, y eso a veces nos hace no apreciar lo que puede que esté al alcance de la mano. ¿elefantes o golondrinas? depende el momento, el lugar, el sueño... Buena manera de difuminar los límites de la realidad
ResponderEliminarSaludillos soñadores
Seguir creyendo. Es ahora salvación.
ResponderEliminarSintetizo el todo. Y me lo guardo en el bolsillo. Y cuando me pierdo, lo saco.
Un saludo.
P.D.: Vengo del blog de al lado, hablaba tan bien de ti que he tenido que pasar.
Muy bueno, Pedro. Lo del elefante rosa, típico en el delirium tremens, le da al micro un punto oscuro que no se si pretendías.
ResponderEliminarUn abrazo.
Además de provocar quimeras voladoras hay que reflexionar bien sobre cuáles serán nuestras creencias, si es que permitiremos que se arraiguen. Microsaludos.
ResponderEliminar¡Guauuu!, como la vida misma, confundiendo lo que deseamos con lo que tenemos.
ResponderEliminarClaro que me animo!!!! ¿cuándo empezamos? ;)
ResponderEliminarO de cuando lo extraordinario se convierte en ordinario... Muy buena vuelta de tuerca a la realidad.
ResponderEliminarQue bonito el microrelato, creo que, con tu permiso me quedaré por aqui.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encanta este relato vanguardista. Y es que hasta no revisar mis creencias, tan empaquetadas, no podré ver nada que previamente no esté registrado.
ResponderEliminarEstoy en que abriendo nuestro corazón embutidito frente al dolor y ampliar nuestras estrechas miras racionales es lo que nos posibilita bailar con la vida... mira Pedro, acabo de ver pasar un elefante rosado, volando!
Contigo, un enorme beso
Hola,
ResponderEliminarMe gustaría invitaros a ver el documental "Una Realidad Paralela". Aquí os dejo el enlace:
http://www.documentales-online.com/una-realidad-paralela/
Buenas tardes.Coco :-)
Puck: Es bueno soñar pero si no valoramos lo que tenemos sucumbiremos a la insatisfacción. Un abrazo.
ResponderEliminarImilce: Bienvenida a mi jardín de palabras. Pásate cuando quieras y toma lo que necesites. Un abrazo.
Torcuato: Pues la verdad es que no lo pretendía. Supongo que nos cuesta aceptar una realidad tan diferente y necesitamos encontrar una explicación lógica, como la del delirium tremens, para encajarla. Un abrazo soñador.
Yun: En eso radica nuestra responsabilidad y nuestra libertad. No podemos culpar a nadie de lo que nuestra vida es. La hemos creado nosotros. Un abrazo.
MA: Hay mucho amargado que no es consciente de todo lo que tiene. Abrazos.
Maite: ¿Cuándo? ¡Ya! Empieza a soñar despierta y emociónate como si tu sueño ya se hubiese cumplido. Disfrútalo desde ahora. No pierdes nada, después de todo puede que sólo sea un juego divertido ;-D Un fuerte abrazo.
Manu: ¿De cuántas cosas extraordinarias seremos testigos cada día mientras vivimos embutidos en la rutina? Un abrazo
Galatea: Y sin mi permiso también. Ponte cómoda, sírvete tu misma y disfruta de la lectura. Bienvenida y un abrazo.
Esther: Nuestra percepción de la realidad es sólo una de las infinitas maneras de verla. Las creencias empaquetadas y los corazones embutidos limitan enormemente la posibilidad de disfrutar de la vida, así que a volar, se ha dicho. Un beso.
Gracias por tu aporte Coco. Tiene buena pinta. Hoy mismo lo veo y te comento. Abrazos.
ResponderEliminarAcabo de visionar el documental cuyo enlace comparte mi amiga Susana Brey de Cocoroko Rock y me ha parecido fantástico. Lo recomiendo especialmente a todos aquellos que en alguna ocasión hayais sentido que algo no funciona en vuestra vida, que hay un vacío que nunca se llena, que intuís que tiene que haber otro modo de ver la realidad, en definitiva, a todos los que soñais con resolver esas cuestiones existenciales a las que no conseguís dar respuesta.
ResponderEliminarEste documental, protagonizado por cinco personas normales, como tú y como yo, quizás no resuelva nada, pero te hará pensar y eso puede ser el principio de un cambio. En tu mano está.
Gracias Coco, de nuevo. Muy oportuno tu aporte y muy en la linea con este microrrelato. Un beso.
Igual no es este el medio, pero quiero agradecer a Coco que nos haya facilitado este enlace. Lo he visto, y lo he disfrutado.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
Buenísima vuelta de tuerca a la imaginación y la realidad. Me gustó mucho.
ResponderEliminarBesos voladores.
Es una pieza idónea para abrir un foro de debate sobre, imaginación, realidad, fantasía, locura, percepción, instinto ...
ResponderEliminarRealmente bueno.
Abrazos
"Si acaso existe algo en la filosofía que pueda considerarse enseñanza, sólo puede ser el enseñar a pensar por uno mismo". Leonard Nelson.
ResponderEliminarPedro, muchas gracias por tu comentario :-)
Me alegra mucho que os haya gustado el documental, "mi intuición" me dice que no será el último;-). Un saludo a tod@s.
Coco.
Esther: Por supuesto que este es el medio, faltaría más. Un beso.
ResponderEliminarLola: Últimamente andamos necesitados de esto, de darle la vuelta a la imaginación para darle la vuelta a la realidad. Besos al vuelo para ti.
Cristina: Procuro fomentar el debate aunque observo que hay temas en los que no todo el mundo entra. Gracias por tu granito de arena y un beso.
Coco: Yo también me estoy planteando empezar a compartir ciertos videos que me parecen imprescindibles para proveernos de elementos que nos ayuden a pensar. Cualquier contribución por tu parte será siempre bienvenida. Un abrazo.
Muchas gracias Pedro,y me parece una idea magnífica la posibilidad de compartir aquel material que nos ayude a reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Muy bueno, maestro, si señor. Si tuviera cerca mis sombreros te dejaba uno,... pero están todos en sol.
ResponderEliminarBesos utópicos...
Esther: Enseguida colgaré el primero. Un beso.
ResponderEliminarKum*: Guarda tu sombrero para protegerte en esa plaza en la que construís sueños posibles. Un beso.