Pintura de Víctor Mira
Me
detengo frente a la urna y sonrío al comprender cuan irónico puede llegar a ser
el destino. Un día me lleva a nacer en una familia sin recursos y años más
tarde me encumbra en la nube del éxito. Los que en la juventud se reían de mi
austera y trasnochada indumentaria, hoy me admiran y tratan de vanagloriarse de
haber sido amigos íntimos en los años de instituto. La ocupación secreta a la
que dedicaba las tardes y que tanto me avergonzaba, ha terminado convirtiéndose
en mi talento y profesión.
Tras
el cristal, unas viejas zapatillas, me ayudan a relativizar la gravedad de la
vida. ¡Cuánto llegué a odiarlas! Entonces no podía imaginar que al remendar una
y otra vez sus rotos, para evitar las burlas, estaba hilvanando el principio de
una dura pero brillante carrera como diseñador de moda.
"Aquí y Ahora",este es el mensaje con el que me quedo, habitar conscientes el presente, hilvanando los hilos que tenemos, es el camino para sonreír desde la comprensión. Precioso e hilvanado. Gracias por tan bello micro.
ResponderEliminarUn abrazo
El destino espera en cualquier parte y sólo cuando lo analizamos desde la perspectiva del tiempo podemos ver el valor de ciertas cosas. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarSaludillos
Si, el destino es caprichoso y los hombres envidiosos. No me extraña que el protagonista haga la reflexión que hace: la vida es asombrosa y no defrauda nunca.
ResponderEliminarUn beso.
Excelente ejemplo de que un esfuerzo sostenido y sublimado se puede elevar a ser una forma de arte.
ResponderEliminarLa vida es así Pedro!
ResponderEliminarNunca sabes lo que te depara, pero todo tiene su sentido.
Me ha parecido muy bueno, que lo sepas!!
Abrazo!!
¿Y se supone que las conserva en esa urna para no perder su perspectiva? Me gustó. Debe ser muy difícil seguir siendo uno mismo cuando las cosas van demasiado bien. Una reverencia a quien lo consiga.
ResponderEliminarHay pequeños gestos que llegan a ser los grandes gestos de nuestro destino. Buena historia. Un abrazo.
ResponderEliminarEstupendo, Pedro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se ve que el chico se sentía cómodo cosiendo y finalmente pudo triunfar en aquéllo que le ayudó siempre.
ResponderEliminarCosió su destino, digo!
Abrazos
Que chulo Pedro!! Me encanta. Sobre todo la incertidumbre de saber a que se dedicaba.
ResponderEliminarEsto es la vida, esto es lo bonito de la vida, la incertidumbre,los cambios, que mal llevados nos pueden llevar a la locura y sobre todo y más importante los pies en la tierra, la realidad.
Un beso.
Yolanda
Esta historia me trae la imprevisibilidad de la vida, nada es definitivo ni irreversible, donde las posibilidades son abiertas.
ResponderEliminarY, para bien o para mal, dispongo de mi libre albedrío.
Para mí, la urna simboliza la "observación", la "presencia", necesarias para el aprendizaje y mi conexión con la vida.
Un abrazo, bien cosido, como tu historia, Pedro.
Buen hilván, digo, relato.
ResponderEliminarAbrazos bien diseñados.
Dívino. Me gustan los relatos que le danmagia a lo cotidiano.
ResponderEliminarUna historia muy bien hilvanada. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo,
¡Hay que ver lo que dieron de sí las zapatillas!
ResponderEliminarMuy guapo el micro.
Besos.
Últimamente no puedo dedicarle al blog todo el tiempo que requiere para que siga creciendo fresco y vibrante. Vuestros comentarios son como el rocío que riega a poquitos pero de forma periódica y constante. Os quiero dar de nuevo las gracias por dejar vuestra impronta que tanto óxigena este espacio. Gracias Cristina, Puck, Luisa, Carlos (¡Bienvenido!), Sucede, Montse, Maite, Torcuato, Ana, Yolanda, Esther, Lola, MA, Esperanza y MJ. Abrazos primaverales para todos.
ResponderEliminarEl hombre hecho a sí mismo, el sueño americano. Espero que no acabara como el de Jonh Galiano.
ResponderEliminarY así se diseña la vida, o la vida nos diseña.
ResponderEliminar"Tras el cristal, unas viejas zapatillas, me ayudan a relativizar la gravedad de la vida."
Tiene frases buenísimas.
Saludos.
Enhorabuena por esa ilustración y publicación. El micro lo merece, Pedro.
ResponderEliminarVoy a remirarme las ilustraciones, ahora con todos estos datos.
Otro.
Maestría en tus letras. Jamás me ve llegar ese fantástico final. Te felicito.
ResponderEliminar¡Saludos!