miércoles, 8 de junio de 2011

SENTIR EL VACÍO




            La primera vez que fue consciente de aquella incómoda sensación tenía quince años. Convencido de que se trataba de un síntoma carencial se esforzó en erradicarlo de su vida. Veinticinco años después ya no carecía de nada. Tenía un trabajo rutinario, una casa hipotecada, un todoterreno oleófago, una familia de postal, un plan de pensiones, y unos buenos ahorros a los que denominaba, cariñosamente, colchón. Con cuarenta años, la desagradable sensación, lejos de desaparecer, se había hecho cada vez más patente.

            Decidió que era el momento de dar un giro a su vida, de recuperar el tiempo perdido, de afrontar riesgos, de ser un rebelde y revivir la energía de su juventud. Se lió con su secretaria.


24 comentarios:

  1. Vamos... que en un alarde de imaginación, hizo lo que todos.

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  2. Pues si solo ha sido un acto de rebeldía se va a quedar igual o peor. A no ser que me diga que hay algo más de lo poco que parece dar de si la situación; entonces ya me callo. Curioso el término oleófago.

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  3. Jajajaja... El final me sorprendió, hace que todo lo demás suene a excusa barata... Me pareció muy bueno, muy real.
    Un abrazo, Pedro.

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  4. Menos mal que se ha liado con la secretaria, con ese título y esa foto parecía que nos ibas a llevar al abismo.... También soy de la opinión que tiene una dosis de realidad muy fuerte.

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  5. Rosa (Van al aire)

    Se engaña, de rebeldía nada, más bien cansancio de su vida cotidiana.
    Pedro, le das una vueñta a la historia llevándola a la realidad más real.
    Me gustan tus historias.

    Abrazos desde el aire

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  6. Lector asiduo, escritor ocasional.8 de junio de 2011, 15:29

    Porque dijiste 40 y no 38 que si no......
    ya estaba yo pensado que era autobiográfico.

    Aunque la verdad es que tampoco te veo yo con un todoterreno oleófago.

    Como siempre, Gracias y un saludo desde Gasteiz.

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  7. ja ja ja!!!! Veremos cómo sale de ésta.
    Los cuarentones aburridos suelen tener esposas que saben sacar buenos réditos de su aburrimiento.

    Me encanta el tono fresco y casual de tu micro.

    Un abrazo

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  8. Liandose con la secretaria erradicara su sintoma carencial????yo creo que no!!!!!
    Mas bien es que no sabe disfrutar de lo que tiene y siempre desea mas,por eso siente que siempre le falta algo.
    Un beso.
    Lauri.

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  9. Luisa: Tú lo has dicho, muchos creen que ésta es la solución al vacío. Un abrazo.

    Montse: Tarde o temprano volverá a sentirse igual, el vacío no se afronta huyendo de él. Oleófago no existe en los diccionarios pero las ciudades y carreteras están llenas de ellos. Abrazos.

    David: Su última decisión no es más que otra escusa para no abordar el verdadero problema. Un abrazo.

    Sigrid: ¿Cuantás personas se atreven a llegar al abismo y dar un solo paso más? Quizás ese paso atrás sea lo que lo hace tan real, por desgracia. Bienvenida a esta humilde morada de sueños y esperanzas atrapadas en palabras. Un abrazo.

    Rosa: Efectivamente, se engaña. No se da cuenta que esa sensación incómoda que le acompaña no se mitiga desde fuera, sino desde dentro. Eso si que sería un giro en su vida, pero se queda en el intento. Me agrada saber que mis historias te aportan algo. Abrazos desde mi jardín de palabras.

    Nacho, digo... anónimo: Todos mis escritos tienen que ver de un modo u otro conmigo, con mi forma de mirar la realidad que habito. Yo he dado el paso, creo. No siento el suelo bajo mis pies. Un abrazo agradecido.

    Patricia: Así suele ser. Se creen que todos ganan, cuando lo cierto es que todos pierden. Se pierden la vida vivida con pasión. Abrazos inmensos.

    Lauri: Tienes toda la razón. Además, no le falta de nada. Bueno, sólo una cosa, detenerse, hacer silencio, y mirar dentro. Un beso cargado de cariño.

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  10. No creo que liado con lA SECRETARIA RESUELVA SU PROBLEMA DE FONDO, es posible que arrepentido decida volver al nido. jajaja. Excelente y muy ligado a realidades cotidianas. Un abrazo.

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  11. Ays, otro que atravesó la crisis de los 40, jorrrr.

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  12. El giro final además de divertido, realza el miedo del personaje y lo define muy bien. Me gustó.

    Abrazos.

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  13. Otro título podría ser Evasión, pues si, comparto lo de dejarse estar en el vacío, solo que me parece que para dar "el paso", a veces antes hay que pasar por liarse con la secretaria/o y otras variedades evasivas. Quizás el siguiente capitulo (si lo hubiera), nos contaría cómo tras el lío con la secretaria, descubrió qué ...., y vio claro que...
    Buen micro Pedro, como siempre abriendo mundos ficticios que devuelven realidades.
    Un abrazo

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  14. Pedro, nos hemos partido de la risa mi compi MªCamen y yo. Ahora no podemos mirar a la secretaria a la cara sin evitar reirnos :-))Nos has sacado de dudas, algo ya sospechábamos...todos los días viene muy muy contenta a currar, será por algo? ;-)
    La verdad es que nos has alegrado la tarde a las dos con tu micro. Genial!!!!

    Un saludo MUY GORDO desde Sevilla city.

    Coco.

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  15. Has contado una historia universal, no sé si de la sociedad moderna-capitalizada, pero universal. La secretaria es el sueño de cualquiera en las crisis de los 40-50-60
    Aplausos

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  16. Me encanta el final, jeje.
    No se le ocurrió otra cosa???
    De estos hay muchos eh? que no es ficción!!
    Un abrazo Pedro!!

    Y gracias por el hueco que me has hecho!!

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  17. y la sensación desapareció el tiempo que dura un .... o dos. Pero luego, seguro, volvió
    Saludillos

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  18. Alma: Yo tampoco lo creo. Quizás necesite tocar fondo para que se produzca el cambio. Sé bienvenida y gracias por tu comentario. Un abrazo.

    Maite: Me temo que sí. Las crisis no son malas, lo malo suelen ser las decisiones que se toman para salir de ellas. Abrazos.

    Agus: Esa era exactamente mi intención. Me alegra saber que te has percatado de ello. Un abrazo.

    Cristina: Cuánta razón tienes. A veces, en nuestra ceguera, para encontrar la salida primero nos golpeamos con todas las paredes. Un beso.

    Coco: Me encanta saber que habéis pasado un ratito divertido, Mª Carmen y tú, a cuenta de este microrrelato. Pocos reconocimientos están a la altura de una sonrisa sincera. Abrazos a las dos (y saluditos a la secre :-).

    Ana: Parece el tópico verdad. Hay cada garrulo suelto... Un abrazo.

    Sucede: ¡Vaya! Parece que todos conocemos algún caso. Hay tipos con muy poca creatividad a la hora de abordar las crisis existenciales. Gracias a ti por tu generosidad. Un fuerte abrazo.

    Puck: Un análisis más que acertado. Lo que no sé es si tendría algún sitio al que volver. Besos.

    Yun: A mi también me resultó simpática la palabreja, je, je. Un abrazo.

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  19. ¡Menudo vuelco en su vida! ¡Pobre diablo!

    Besos arriesgados.

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  20. Estoy cansada de ver en mi trabajo gente que cuando llega a la mitad de su vida mira hacia atrás y no le gusta lo que ve ni lo que le reporta, entonces presa del pánico decide atropelladamente hacer lo que no hizo, dar un giro a su vida sin saber primero adonde se dirige. Tu relato-retrato de esa realidad es magnífico.

    Enhorabuena por ello.

    Abrazos y reverencias,

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  21. Vivimos tan cegados por los destellos y los brillos que poco sabemos del arte de vivir sin expectativas ni comparaciones.
    Sentir el vacío es duro, apenas percibido lo taponamos. Y es tan poco lo que sabemos de él hasta que nos dejamos experimentarlo.

    Me evitaré mucho sufrimiento si decido sostener esta sensación tan perturbadora y me pregunto qué quiero: ser o tener, ser yo o ser un relleno. Yo elijo.

    Un beso fértil, Pedro

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  22. Lola: De los errores también se aprende... espero. Besos acertados.

    Esperanza: Yo, cada vez conozco más casos, ¿será que estoy llegando a esa edad crítica? :-D Un fuerte abrazo.

    Esther: Afrontar y trascender ese miedo al vacío nos puede ahorrar mucho sufrimiento. Nos falta confianza para saber que, cuando demos el paso, un nuevo suelo aparecerá bajo nuestros pies. Besos valientes.

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  23. Sentir el vacío en todo su esplendor y no mirar para otra parte es uno de los mayores actos de valentía que nos podemos regalar, hoy estoy asomada al abismo como lo llama Milán Kundera,y el deseo de dejarme llevar es cada vez más nítido...el microrrelato y los comentarios ,hacen el resto...gracias!!

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