Que nuestro
sistema educativo, diseñado como un modelo de producción, fruto de la
revolución industrial, se ha quedado obsoleto, es algo que ya mencioné al
hablar de Ken Robinson en un artículo anterior. La escuela ya no cumple el
objetivo original de preparar a los alumnos para un mejor posicionamiento en el
mundo laboral. Hace décadas que la correspondencia entre el nivel de estudios y
la categoría del puesto de trabajo se ha ido diluyendo hasta, prácticamente,
desaparecer. Las materias ya no se ajustan a las necesidades formativas de los
centros de trabajo, por lo que la mayoría de las empresas cuentan con programas
de formación dedicados a la
cualificación específica de sus trabajadores. La metodología es otro de los
escoyos con los que se encuentran los jóvenes del siglo XXI. En esta era de la
información, seguimos reteniendo, durante al menos cinco horas diarias, a
nuestros alumnos, sentándolos en un pupitre para introducir en sus cerebros
millones de datos, a los que podrían acceder con un solo clic si despertásemos
en ellos el interés de hacerlo. Después de todo, es lo que hacen durante las
once horas restantes de vigilia a través de sus teléfonos móviles, tablets,
portátiles y PCs. Con tantos estímulos atractivos a través de una pantalla,
¿por qué iban a interesarse por esas materias aburridas en las que no
encuentran apenas relación con el mundo en el que viven a diario? Por todo ello,
el sistema de calificaciones no puede medir ni la inteligencia, ni las
capacidades de un alumno. Lo que mide es su grado de adaptación a un marco
educativo que es ajeno a sus inquietudes, a su inteligencia innata y a sus
múltiples capacidades. Es decir, mide su adaptación a una educación enajenante.
Aunque en las últimas décadas hemos sido testigos de varias
reformas educativas, todas ellas cometen los mismos errores de fondo que acabo
de mencionar, por lo que la situación no mejora demasiado. Las reformas más
significativas se llevan dando, desde principios del Siglo XX, al margen del
sistema educativo oficial, en instituciones privadas con métodos pedagógicos
tan diversos como los de Montessori, Escuelas Waldorf, Escuela Democrática, Home-Schooling,
etc… Es mucho el desconocimiento que se tiene acerca de estas escuelas alternativas
en las que el alumno, la persona, es el centro en torno al cual gira todo lo
demás. La imposición de ideas cede terreno al conocimiento a través de la experiencia
vivencial, se potencian los vínculos emocionales en lugar de la competencia, la
educación consciente prima sobre cualquier cumplimiento de plazos u otras
limitaciones propias de estructuras rígidas.
De esta educación alternativa es de
la que nos quiere hablar el documental “LA EDUCACIÓN PROHIBIDA”, un proyecto
que lleva en marcha desde el 2009 y que, si todo va bien, se estrenará a lo
largo de este año. Entre los objetivos de este trabajo están el descubrir diferentes propuestas educativas,
tanto en Sudamérica como en España, que fomentan un cambio de conciencia en
cuanto a las formas de educar, así como “Promover el desarrollo de una educación
integral del ser humano, que respete los procesos de desarrollo de las personas
y se centre en el niño.”
La implicación del
equipo que trabaja en esta película con el proyecto es tal, que han tratado de
aplicar los principios del nuevo paradigma educativo en todo el proceso de
realización de la misma. La cooperación es uno de esos principios, y la hacen extensiva
a los espectadores, de una forma que a mí me ha resultado original. Dado que la
distribución de “LA EDUCACIÓN PROHIBIDA”, en línea con la filosofía que transmite,
será libre y gratuita, una de las fuentes de financiación será el Crowdfunding, o lo que es lo mismo, la financiación colectiva por
parte de las personas interesadas en ver la película.
Si consideráis, como yo,
que esta película ha de ver la luz cuanto antes, os animo a que hagáis vuestra
contribución. Podéis hacerlo a través de una donación mínima de 2 euros y
automáticamente os convertiréis en coproductores del documental, con vuestro
lugar en los títulos de crédito y todo. Sería algo así como pagar la entrada
por adelantado de una película que sabéis que os gustará ver y que deseáis que
los demás vean. El valor de esa entrada lo tenéis que determinar cada uno de
vosotros. Como podéis imaginaros, yo ya he hecho mi contribución.
Para una información más
detallada del proyecto, lo mejor es que visitéis su web y os mantengáis
puntualmente informados de las novedades a través de facebook. Os dejo a
continuación dos avances de lo que será “LA EDUCACIÓN PROHIBIDA”… muy pronto,
espero, en nuestras pantallas.
Feliz fin de semana.
He visto el corto y me emociona escuchar a tantas personas de distintos países (será causalidad la ausencia de países que detentan el poder del capital) proyectar el cambio en la escuela, haciendo de ella un lugar de desarrollo del potencial humano, y no el lugar de instrucción que es hasta la fecha.
ResponderEliminarMe siento identificada con el proyecto, y aportaré mi tributo para intentar que salga adelante esta llamada a la conciencia, tan necesaria en un momento de cambio profundo en el mundo, y en el que lamentablemente la fuente de la que beben los niños está estancada.
Quienes lo sabemos, es nuestra responsabilidad afrontarlo, de la manera que uno mismo pueda. Esta es una de ellas.
Un brindis por la liberación de la educación.
Gracias por mostrarnos toda esta información tan interesante. Me parece igual de importante el apartado de "otras historias" como el de los microcuentos,ya que con los dos nos ayudas a despertar. Me encanta ver que cada vez hay mas gente en el mundo trabajando en conjunto para que se de el gran cambio que nos espera.
ResponderEliminarGracias por ser uno de ellos.
Un besazo!
Netxo
Que buena pinta Pedro!!
ResponderEliminarMe has dejado con las ganas de ver esto!
Voy a leer sobre el tema!
Me encantan estas entradas que haces!
Un abrazo!!!
Yo también estoy convencida de que la clave de la transformación que necesita la sociedad actual está en instaurar un nuevo sistema educativo que promueva el desarrollo de una educación integral de las personas.
ResponderEliminarEntre todos lo conseguiremos.
Un abrazo.
Me ha gustado especialmente una frase: No queremos enseñadores, queremos educadores. Realmente muy interesante estos vídeos que nos traes. Necesitamos un cambio en la manera como imparte la educación, es la mejor herencia para nuestros hijos. Voy a ver esa web.
ResponderEliminarBesitos
Esther,Nagore, Sucede, MJ y Elysa, gracias por vuestras palabras. La educación es un asunto al que le doy una importancia capital si de verdad pretendemos que algo cambie en nuestra sociedad. Por eso apoyo iniciativas como la de "LA EDUCACIÓN PROHIBIDA", por eso insisto en animaros a contribuir en la propagación del mensaje de que una nueva educación es posible y necesaria. Es un gesto sencillo que nos convertirá, en cierto modo, en agentes del cambio.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.