No sé cómo lo hace, pero mi
mujer siempre acaba por convertirme en el cómplice de sus estrategias. Hasta
ahora he accedido a cumplir sus instrucciones con tal de que se callase. Los
resultados suelen acabar dándole la razón, es cierto, pero si continúo siendo
su marioneta por más tiempo, corro el riesgo de perder el respeto de mis
hombres. Ha llegado el momento de hacer valer mi autoridad y de demostrar mi
propia valía. He visto que sobre el escritorio descansa un pliego con
instrucciones. No pienso leerlo. Mañana zarparé de Cádiz hacia el cabo
Trafalgar, al encuentro de los ingleses, y esta vez, vive Dios, lo haré a mi
manera.
Napoleón no tuvo suerte. ¿Y tú, en la SER, Pedro?
ResponderEliminarUn abrazo.
Si hubiera seguidos los consejos de su mujer, con lo mal que lo hicieron los marineros franceses en Trafalgar (los españoles estuvieron mejor, pero tampoco nos dejaron). Muy sutil tu micro. Un abrazo, Pedro.
ResponderEliminarMe gustó, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro
Muy bueno Pedro!!!
ResponderEliminarBuen ritmo, original. Una delicia.
Besos
Un texto con tintes históricos mordaz y original. Buen micro. Un abrazo.
ResponderEliminarDe verdad, de verdad: chulísimo.
ResponderEliminarPásate por mi tejado, si puedes:
http://explotarenelvacio.blogspot.com/
Original micro Pedro.
ResponderEliminarEs cómo esa parte que no suelen contarnos de la historia. Me ha conquistado por la cantidad de ingredientes amor odio, de rebeldía y sumisión, de conquista, de huida, de amor y desamor, de necesidades personales..., que muestra.
Se cansó de ser un segundón en su propia vida. ¿Va por ahí?
ResponderEliminarEscogió un mal momento para dejar de hacer caso a Josefina. Buen intento, Pedro.
ResponderEliminarBesos con estrategia.
Vaya, deje un mensaje que se tragó la noosfera. Bueno, decía que me entusiasma el humor histórico. Este micro es excelente para mi gusto.
ResponderEliminarAbrazos fuertes,
PABLO GONZ
Víctor: De momento poca suerte, seguiré intentándolo, no pienso RECular en mi empeño. Un abrazo, Víctor.
ResponderEliminarManuespada: La foto es de Federico Gravina, el teniente general que comandaba la flota española en la batalla de Trafalgar, pero tienes razón, todo apunta a que Pierre Villeneuve fue el responsable de la chapuza estratégica. Nunca sabremos lo que escribió la mujer de Federico. Quizás le advirtió acerca del francés. Un abrazo.
Torcuato: Espero seguir así, entonces. Un abrazo.
Patricia: Gracias, tus comentarios también lo son. Un beso.
Maite: Nunca me planteo un tono mordaz al comenzar a escribir, pero hay historias que me llevan a ello sin remedio. Besos.
MA: Me alegra que te hayas pasado por este rinconcito donde planto microcuentos y que lo hayas disfrutado. Cuenta con mi visita en tu explosivo vacío. Un abrazo.
Cristina: Me encanta ver cómo te sumerges en los micros para sacar lo que se esconde, lo que apenas se intuye. Eso me demuestra que los lees con interés, profundamente. Gracias y un beso.
Montse: Va por ahí, por supuesto, también va de machismo, de inseguridades... creo que la interpretación personal del lector da un sentido profundo a los relatos. Un abrazo.
Lola: No pensaba en Napoleón pero seguro que él pecaba de lo mismo. Besos.
Pablo Gonz: Trataré de dar caza al parásito tragacomentarios que transita este blog. Está claro que compartimos gustos narrativos. Un abrazo fuerte, Pablo.
Gracias una vez más a todos por vuestros valiosos comentarios.
Interesante relato, Pedro. Espero que el resultado negativo de su decisión no le deshabitara su ya menguada seguridad.
ResponderEliminarDifícil camino el de la responsabilidad y el autorespeto. Pero ¿y si no? ¿qué nos queda?
Disfrutando, un abrazo.